Querido Dom:
Hola pequeñín, hoy te contare de una de mis más grandes
aventuras, en la vida de toda persona hay momentos en los que decidimos soñar
en grande, decidimos hacer algo que ni tú mismo imaginaste hacer, y así son los
sueños hijo, un sueño representa el sacrificar muchas cosas, esforzarte en
lograr pequeñas cosas, ponerse metas pequeñas y cumplirlas porque cuando has
logrado todo esto y miras hacia atrás, vez que esos pequeños pasos que parecían
insignificantes se han convertido en una larga caminata, y que cada paso te va acercando
a esa cima que quieres lograr.
Mi sueño de ir al Iztaccihuatl surgió con el pequeño sueño
de algún día subir una montaña, quería saber lo que se sentía ver un amanecer
desde la cumbre de una montaña, sentir ese frío intenso y ver con mis propios
ojos un paisaje que solo podía ver en fotos, pero ¿Cómo subiría una montaña? Y peor
aún ¿Cómo un diabético sería capaz de hacer semejante hazaña?
El primer poder darle forma a este sueño era informarme de
todo, ver desde que montaña subiría, que necesitaba, hasta donde viajaría, que
ropa usaría, que entrenamiento debía llevar, conocer personas que ya hayan
hecho esto y que me dieran su opinión de cómo prepararme para la montaña.
Hijo baje una cantidad de libros de alpinismo, investigue en
páginas de Internet, con amigos que ya habían subido esa montaña, hasta hable
con la primera mujer latinoamericana en subir el monte Everest Karla Wheelock,
¿puedes imaginarlo? Tu papa hablando con alguien que había estado en la cima
del mundo! Le hable de mi sueño de subir una montaña y del reto que eso era
para mí por ser Diabético y ella con la mejor actitud del mundo me aconsejo de
todo lo que necesitaba saber, pero algo que nunca imagine es que me dijo una
frase que jamás olvidare y que espero a ti también te acompañe toda tu vida;
‘’Que tu Actitud determine tu Altitud’’
Pasaron unos meses más, yo seguía con mis entrenamientos y encontré
a dos personas que les gusto mi proyecto y decidieron unirse al viaje uno de
ellos fue Engel Trejo mi jefe de grupo en ese año y Angelito Scouter de manada
de mi grupo Scout, ellos dos más el guía serian mi equipo para subir la montaña
Iztaccihuatl, hijo un mes antes de irme y emprender el viaje me puse a buscar
personas con Diabetes que hayan sido alpinistas y encontré a Josu Feijoo, un
español quien fue la primer persona con Diabetes en subir las 7 montañas más
altas del mundo, conquistar los polos e ir al espacio con Diabetes, decidí
mandarle un mensaje y sinceramente no esperaba que respondiera pero 2 días después
de mandar el correo el contesto, no lo podía creer, con una humildad
extraordinaria y con mucha amabilidad me respondió todas las dudas que tenia de
la diabetes en la alta montaña y me dijo que solo conquista una montaña quien
logra conquistarse primero a sí mismo.
Por fin llego el día fue un 26 de febrero, equipo de
alpinismo en la mochila, ropa especial para el frió guardada, insulina en la
mochila, estaba todo listo para el viaje y el primer destino era torreón para
volar a la ciudad de México y así emprendimos el viaje, viajamos 3 horas hasta torreón
llegamos a las 12:00 am y nuestro vuelo salía a las 8:30, una gran amiga Nancy Galván
nos ofreció pasar las horas de espera de nuestro vuelo en su casa y llegando a torreón
lo primero fue ir a casa de Nancy, tenía una buena cama y 6 horas de espera
para poder irme pero como dormir con tanta emoción acumulada, salí a la sala de
Nancy a pensar en lo que me daba sueño y ahí la encontré, ella había sacrificado
su comodidad para ofrecernos una cama en la cual dormir a mí y a mi equipo, me
noto algo ansioso y con una sonrisa me invito a platicar, hablamos toda la
noche y cuando menos acorde faltan 10 minutos para que sonara la alarma para
irnos al aeropuerto, decidí despertar a Engel y Angelito y nos movimos al
aeropuerto con 2 horas de anticipación, una vez en el aeropuerto documentamos
todo y pasamos a la sala de espera y dormí 2 horas para recuperar algo de lo
que no dormí.
Cuando por fin llego el avión abordamos todos y como era mi
primera vez en un avión me emocione mucho, al abordar los asientos que nos correspondían
eran los últimos del avión y no había ventana, quede algo decepcionado pero
antes de despegar la azafata nos cambió a primera clase para nivelar el peso
del avión y por fin me toco ventana, muchos dicen que se tiene que tener mucha
suerte para ese tipo de cosas pero lo que me hacía sentir afortunado era el
hecho de que cumplía muchos sueños en un solo viaje. Fue una hora y media de
vuelo y 2 horas para que nos dejaran bajar del avión en el Aeropuerto
internacional Benito Juárez en Ciudad de México.
Una vez fuera del avión y con las mochilas en mano, nos
dirigimos a buscar al guía y esperar nuestro transporte que no llevaría a la
joya donde comenzaría el ascenso a la mujer dormida. Llego nuestro guía un
amigo scout su nombre es Memo Díaz, el seria quien nos acompañara y ayudaría en
el ascenso y llego nuestro transporte y nos dirigimos a Amecameca el primer
pueblo antes de llegar a paso de cortés y dirigirnos a la joya, en el pueblo
comimos quesadillas y llegamos por las últimas compras para nuestro alimento en
la montaña, después nos dirigimos a Paso de cortés entrada al parque nacional
Izta-Popo, registramos nuestra entrada y pagamos una cuota para el derecho a
subir la montaña y partimos a La joya el último paso vehicular y último destino
para el transporte que nos llevaba.
Llegamos a la Joya bajamos las mochilas revisamos equipo,
nos despedimos de la persona que nos llevó y partimos a subir la mujer dormida,
partimos a las 3:00 pm y el trayecto era de 4 horas, Memo nuestro guía no
explico que había 4 paradas durante el ascenso cada una de estas llamada portillo
cada portillo se hacía en un promedio de una hora de uno a otro. De la joya al
primer portillo no hubo problemas íbamos muy bien, del primer portillo al
segundo tardamos un poco más era algo más difícil el ascenso al llegar a este
portillo empezamos a ver la nieve, una peculiaridad de este portillo es que
tiene una caja de metal y dentro hay una libreta con mensajes de otros
alpinistas que ya habían pasado por ahí, una cantidad enorme de historias
estaban plasmadas ahí y solo faltaba nuestra historia para ponerla en la
libreta, pasaron 5 minutos y partimos al tercer portillo antes de llegar a ese
portillo Angelito, nuestro compañero, comenzó a darle mal de montaña, nos
detuvimos en lo que se recuperaba y yo seguí mi camino hasta el tercer portillo
donde empezaba a haber alpinistas acampando y el atardecer se hacía presente,
en este punto no nos detuvimos y continuamos para llegar al cuarto portillo
pero la noche cayo y aún faltaba camino para llegar al cuarto portillo, nos encontrábamos
en un lugar llamado la jabonera, llegamos y no hubo tiempo de descansar
prendimos el viaje hasta el refugio de los 100, ya era de noche y no era seguro
estar caminando por la montaña de noche, una vez que llegamos al refugio
decidimos poner la casa de campaña y cenar, aún recuerdo a la perfección esa
cena, sopa knorr suiza y mucha carne seca con limón, en ese punto tenia señal
en el teléfono y hable con mi papa (tu abuelo) para comentarle que todo estaba
bien y que me encontraba a 4700 metros sobre el nivel del mar, con lágrimas le
dije a mi familia que los amaba, para las 9:30 pm ya nos encontrábamos dentro
de la casa durmiendo porque para el ascenso a la cumbre lo emprenderíamos a las
4:00 am, fue una de las noches más largas de mi vida, una temperatura de 15
grados bajo cero nos acompañaba y un viento que te hacía sentir como en el mismísimo
Everest, fuera de la casa nevaba y yo dentro de la casa esperando que dieran
las 3:30 am para despertar y empezar a subir.
Llego el momento 3:30 am, desayunamos, dejamos todo lo que
no necesitáramos en la casa y partimos solo con lo necesario, la ropa, crampones
y piolet, delante de nosotros estaba el arenal el paso más difícil de que me habían
hablado, empezamos de ascender, una fila enorme de lámparas delante y detrás de
nosotros nos acompañaba, pasando el arenal llegamos a la cruz de Guadalajara
(sitio emblemático de la montaña) y decidimos parar mientras pasaba el mal
tiempo ya que teníamos una tormenta encima, seguimos subiendo pasamos el
refugio destruido y el mal tiempo continuaba, al llegar a las rodillas el último
lugar para empezar la caminata al glaciar decidimos retroceder, la montaña había
decido que no subiríamos más, emprendimos el retorno con una cara larga pero al
detenernos se podía empezar a apreciar un hermoso amanecer, podíamos ver el Popocatépetl,
el mejor amanecer que mis ojos hayan visto jamás.
El retorno fue fácil el camino ya lo conocíamos bajamos
hasta la joya para ver a la persona que pasaría por nosotros y en el camino nos
tocó ver nevar, llegando hasta la joya hable con una pareja de franceses que
iba a conocer las montañas y una buena señora me esperaba con unas quesadillas
de flor de calabaza y una sopa de champiñones. Pasaron unas horas y llegaron
por todos nosotros partimos hacia valle de Chalco pero hijo siempre debemos
seguir con la aventura, llegamos a una central de autobuses y con los últimos $200
pesos que me quedaban decidí viajar a puebla en donde pase mis últimos días de
viaje de visita en un estado que me encanta.
Dom con esta historia te abro las puertas a conocer las
aventuras que tuvieron que pasar hasta llegar al punto donde la vida decidió
unirnos a ti y a mí, espero que este Blog este lleno de aventuras y cuentos y
tu algún día entiendas lo mucho que te amo y las cosas que tuvieron que pasar
antes de que tu llegaras.
''Que tu actitud determine tu altitud''
Te amo hijo
Atte.
Alberto Meléndez (Tu papa)
Querido Dom:
Hola pequeñín, hoy te contare de una de mis más grandes
aventuras, en la vida de toda persona hay momentos en los que decidimos soñar
en grande, decidimos hacer algo que ni tú mismo imaginaste hacer, y así son los
sueños hijo, un sueño representa el sacrificar muchas cosas, esforzarte en
lograr pequeñas cosas, ponerse metas pequeñas y cumplirlas porque cuando has
logrado todo esto y miras hacia atrás, vez que esos pequeños pasos que parecían
insignificantes se han convertido en una larga caminata, y que cada paso te va acercando
a esa cima que quieres lograr.
Mi sueño de ir al Iztaccihuatl surgió con el pequeño sueño
de algún día subir una montaña, quería saber lo que se sentía ver un amanecer
desde la cumbre de una montaña, sentir ese frío intenso y ver con mis propios
ojos un paisaje que solo podía ver en fotos, pero ¿Cómo subiría una montaña? Y peor
aún ¿Cómo un diabético sería capaz de hacer semejante hazaña?
El primer poder darle forma a este sueño era informarme de
todo, ver desde que montaña subiría, que necesitaba, hasta donde viajaría, que
ropa usaría, que entrenamiento debía llevar, conocer personas que ya hayan
hecho esto y que me dieran su opinión de cómo prepararme para la montaña.
Hijo baje una cantidad de libros de alpinismo, investigue en
páginas de Internet, con amigos que ya habían subido esa montaña, hasta hable
con la primera mujer latinoamericana en subir el monte Everest Karla Wheelock,
¿puedes imaginarlo? Tu papa hablando con alguien que había estado en la cima
del mundo! Le hable de mi sueño de subir una montaña y del reto que eso era
para mí por ser Diabético y ella con la mejor actitud del mundo me aconsejo de
todo lo que necesitaba saber, pero algo que nunca imagine es que me dijo una
frase que jamás olvidare y que espero a ti también te acompañe toda tu vida;
‘’Que tu Actitud determine tu Altitud’’
Pasaron unos meses más, yo seguía con mis entrenamientos y encontré
a dos personas que les gusto mi proyecto y decidieron unirse al viaje uno de
ellos fue Engel Trejo mi jefe de grupo en ese año y Angelito Scouter de manada
de mi grupo Scout, ellos dos más el guía serian mi equipo para subir la montaña
Iztaccihuatl, hijo un mes antes de irme y emprender el viaje me puse a buscar
personas con Diabetes que hayan sido alpinistas y encontré a Josu Feijoo, un
español quien fue la primer persona con Diabetes en subir las 7 montañas más
altas del mundo, conquistar los polos e ir al espacio con Diabetes, decidí
mandarle un mensaje y sinceramente no esperaba que respondiera pero 2 días después
de mandar el correo el contesto, no lo podía creer, con una humildad
extraordinaria y con mucha amabilidad me respondió todas las dudas que tenia de
la diabetes en la alta montaña y me dijo que solo conquista una montaña quien
logra conquistarse primero a sí mismo.
Por fin llego el día fue un 26 de febrero, equipo de
alpinismo en la mochila, ropa especial para el frió guardada, insulina en la
mochila, estaba todo listo para el viaje y el primer destino era torreón para
volar a la ciudad de México y así emprendimos el viaje, viajamos 3 horas hasta torreón
llegamos a las 12:00 am y nuestro vuelo salía a las 8:30, una gran amiga Nancy Galván
nos ofreció pasar las horas de espera de nuestro vuelo en su casa y llegando a torreón
lo primero fue ir a casa de Nancy, tenía una buena cama y 6 horas de espera
para poder irme pero como dormir con tanta emoción acumulada, salí a la sala de
Nancy a pensar en lo que me daba sueño y ahí la encontré, ella había sacrificado
su comodidad para ofrecernos una cama en la cual dormir a mí y a mi equipo, me
noto algo ansioso y con una sonrisa me invito a platicar, hablamos toda la
noche y cuando menos acorde faltan 10 minutos para que sonara la alarma para
irnos al aeropuerto, decidí despertar a Engel y Angelito y nos movimos al
aeropuerto con 2 horas de anticipación, una vez en el aeropuerto documentamos
todo y pasamos a la sala de espera y dormí 2 horas para recuperar algo de lo
que no dormí.
Cuando por fin llego el avión abordamos todos y como era mi
primera vez en un avión me emocione mucho, al abordar los asientos que nos correspondían
eran los últimos del avión y no había ventana, quede algo decepcionado pero
antes de despegar la azafata nos cambió a primera clase para nivelar el peso
del avión y por fin me toco ventana, muchos dicen que se tiene que tener mucha
suerte para ese tipo de cosas pero lo que me hacía sentir afortunado era el
hecho de que cumplía muchos sueños en un solo viaje. Fue una hora y media de
vuelo y 2 horas para que nos dejaran bajar del avión en el Aeropuerto
internacional Benito Juárez en Ciudad de México.
Una vez fuera del avión y con las mochilas en mano, nos
dirigimos a buscar al guía y esperar nuestro transporte que no llevaría a la
joya donde comenzaría el ascenso a la mujer dormida. Llego nuestro guía un
amigo scout su nombre es Memo Díaz, el seria quien nos acompañara y ayudaría en
el ascenso y llego nuestro transporte y nos dirigimos a Amecameca el primer
pueblo antes de llegar a paso de cortés y dirigirnos a la joya, en el pueblo
comimos quesadillas y llegamos por las últimas compras para nuestro alimento en
la montaña, después nos dirigimos a Paso de cortés entrada al parque nacional
Izta-Popo, registramos nuestra entrada y pagamos una cuota para el derecho a
subir la montaña y partimos a La joya el último paso vehicular y último destino
para el transporte que nos llevaba.
Llegamos a la Joya bajamos las mochilas revisamos equipo,
nos despedimos de la persona que nos llevó y partimos a subir la mujer dormida,
partimos a las 3:00 pm y el trayecto era de 4 horas, Memo nuestro guía no
explico que había 4 paradas durante el ascenso cada una de estas llamada portillo
cada portillo se hacía en un promedio de una hora de uno a otro. De la joya al
primer portillo no hubo problemas íbamos muy bien, del primer portillo al
segundo tardamos un poco más era algo más difícil el ascenso al llegar a este
portillo empezamos a ver la nieve, una peculiaridad de este portillo es que
tiene una caja de metal y dentro hay una libreta con mensajes de otros
alpinistas que ya habían pasado por ahí, una cantidad enorme de historias
estaban plasmadas ahí y solo faltaba nuestra historia para ponerla en la
libreta, pasaron 5 minutos y partimos al tercer portillo antes de llegar a ese
portillo Angelito, nuestro compañero, comenzó a darle mal de montaña, nos
detuvimos en lo que se recuperaba y yo seguí mi camino hasta el tercer portillo
donde empezaba a haber alpinistas acampando y el atardecer se hacía presente,
en este punto no nos detuvimos y continuamos para llegar al cuarto portillo
pero la noche cayo y aún faltaba camino para llegar al cuarto portillo, nos encontrábamos
en un lugar llamado la jabonera, llegamos y no hubo tiempo de descansar
prendimos el viaje hasta el refugio de los 100, ya era de noche y no era seguro
estar caminando por la montaña de noche, una vez que llegamos al refugio
decidimos poner la casa de campaña y cenar, aún recuerdo a la perfección esa
cena, sopa knorr suiza y mucha carne seca con limón, en ese punto tenia señal
en el teléfono y hable con mi papa (tu abuelo) para comentarle que todo estaba
bien y que me encontraba a 4700 metros sobre el nivel del mar, con lágrimas le
dije a mi familia que los amaba, para las 9:30 pm ya nos encontrábamos dentro
de la casa durmiendo porque para el ascenso a la cumbre lo emprenderíamos a las
4:00 am, fue una de las noches más largas de mi vida, una temperatura de 15
grados bajo cero nos acompañaba y un viento que te hacía sentir como en el mismísimo
Everest, fuera de la casa nevaba y yo dentro de la casa esperando que dieran
las 3:30 am para despertar y empezar a subir.
Llego el momento 3:30 am, desayunamos, dejamos todo lo que
no necesitáramos en la casa y partimos solo con lo necesario, la ropa, crampones
y piolet, delante de nosotros estaba el arenal el paso más difícil de que me habían
hablado, empezamos de ascender, una fila enorme de lámparas delante y detrás de
nosotros nos acompañaba, pasando el arenal llegamos a la cruz de Guadalajara
(sitio emblemático de la montaña) y decidimos parar mientras pasaba el mal
tiempo ya que teníamos una tormenta encima, seguimos subiendo pasamos el
refugio destruido y el mal tiempo continuaba, al llegar a las rodillas el último
lugar para empezar la caminata al glaciar decidimos retroceder, la montaña había
decido que no subiríamos más, emprendimos el retorno con una cara larga pero al
detenernos se podía empezar a apreciar un hermoso amanecer, podíamos ver el Popocatépetl,
el mejor amanecer que mis ojos hayan visto jamás.
El retorno fue fácil el camino ya lo conocíamos bajamos
hasta la joya para ver a la persona que pasaría por nosotros y en el camino nos
tocó ver nevar, llegando hasta la joya hable con una pareja de franceses que
iba a conocer las montañas y una buena señora me esperaba con unas quesadillas
de flor de calabaza y una sopa de champiñones. Pasaron unas horas y llegaron
por todos nosotros partimos hacia valle de Chalco pero hijo siempre debemos
seguir con la aventura, llegamos a una central de autobuses y con los últimos $200
pesos que me quedaban decidí viajar a puebla en donde pase mis últimos días de
viaje de visita en un estado que me encanta.
Dom con esta historia te abro las puertas a conocer las
aventuras que tuvieron que pasar hasta llegar al punto donde la vida decidió
unirnos a ti y a mí, espero que este Blog este lleno de aventuras y cuentos y
tu algún día entiendas lo mucho que te amo y las cosas que tuvieron que pasar
antes de que tu llegaras.
''Que tu actitud determine tu altitud''
Te amo hijo
Atte.
Alberto Meléndez (Tu papa)
TU PAPA CON 20 AÑOS EN PASO DE CORTES, FEBRERO 2016